Las enfermedades de las plantas representan una amenaza cada vez mayor para la producción de alimentos, y varias de ellas son resistentes a los pesticidas existentes. Un estudio danés demostró que, incluso en lugares donde ya no se utilizan insecticidas, las hormigas pueden secretar compuestos que inhiben eficazmente los patógenos de las plantas.
Recientemente, se descubrió que las hormigas africanas de cuatro patas contienen compuestos que pueden matar la bacteria SARM. Esta bacteria es terrible porque es resistente a los antibióticos conocidos y puede atacar a los humanos. Se cree que las plantas y la producción de alimentos también se ven amenazadas por enfermedades resistentes. Por lo tanto, las plantas también pueden beneficiarse de los compuestos producidos por las hormigas para protegerse.
Recientemente, en un nuevo estudio publicado en la revista "Journal of Applied Ecology", tres investigadores de la Universidad de Aarhus revisaron la literatura científica existente y descubrieron una sorprendente cantidad de glándulas y bacterias de hormigas. Estos compuestos pueden eliminar importantes patógenos vegetales. Por lo tanto, los investigadores sugieren que las personas pueden usar las hormigas y sus "armas" químicas de defensa para proteger las plantas agrícolas.
Las hormigas viven en nidos densamente gregarios y, por lo tanto, están expuestas a un alto riesgo de transmisión de enfermedades. Sin embargo, han desarrollado sus propios fármacos antienfermedades. Las hormigas pueden secretar sustancias antibióticas a través de sus glándulas y colonias bacterianas en crecimiento.
Las hormigas están acostumbradas a vivir en sociedades densas, por lo que han desarrollado numerosos antibióticos para protegerse a sí mismas y a sus grupos. Estos compuestos tienen un impacto significativo en diversos patógenos vegetales, afirmó Joachim Offenberg, del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Aarhus.
Según esta investigación, hay al menos tres formas diferentes de aplicar antibióticos para hormigas: utilizando directamente hormigas vivas en la producción vegetal, simulando compuestos de defensa química de las hormigas y copiando hormigas que codifican genes antibióticos o bacterianos y transfiriendo estos genes a las plantas.
Investigadores han demostrado previamente que las hormigas carpinteras que se desplazan a las plantaciones de manzanos pueden reducir la cantidad de manzanas infectadas con dos enfermedades diferentes (el tizón y la podredumbre del capullo). Con base en esta nueva investigación, señalaron además que las hormigas podrían mostrar a las personas una forma nueva y sostenible de proteger las plantas en el futuro.
Fuente: Noticias científicas de China
Hora de publicación: 08-oct-2021