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Rizobacter lanza en Argentina el fungicida para el tratamiento de biosemillas Rizoderma

Recientemente, Rizobacter lanzó Rizoderma, un biofungicida para el tratamiento de semillas de soja en Argentina, que contiene trichoderma harziana que controla hongos patógenos en semillas y suelo.

Matías Gorski, biomanager global de Rizobacter, explica que Rizoderma es un fungicida biológico para el tratamiento de semillas desarrollado por la empresa en colaboración con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) de Argentina, que se utilizará en conjunto con la línea de productos inoculantes.

“El uso de este producto antes de la siembra crea condiciones para que la soja se desarrolle en un entorno natural nutritivo y protegido, aumentando así los rendimientos de manera sostenible y mejorando las condiciones de producción del suelo”, afirmó.

La combinación de inóculos con biocidas es uno de los tratamientos más innovadores aplicados a la soja. Más de siete años de ensayos de campo y una red de ensayos han demostrado que el producto funciona igual o mejor que los productos químicos para el mismo fin. Además, las bacterias del inóculo son altamente compatibles con algunas de las cepas fúngicas utilizadas en la fórmula del tratamiento de semillas.大豆插图

Una de las ventajas de este biológico es la combinación de un triple modo de acción, que bloquea de forma natural la recurrencia y el desarrollo de las más importantes enfermedades que afectan a los cultivos (marchitez fusarium, simulacros, fusarium) e inhibe la posibilidad de resistencia de patógenos.

Esta ventaja hace que el producto sea una opción estratégica para fabricantes y consultores, ya que se pueden lograr niveles de enfermedad más bajos después de la aplicación inicial de foliicida, lo que resulta en una mejor eficiencia de la aplicación.

Según Rizobacter, Rizoderma tuvo un buen rendimiento en ensayos de campo y en la red de ensayos de la empresa. A nivel mundial, el 23 % de las semillas de soja se tratan con uno de los inóculos desarrollados por Rizobacter.

Hemos trabajado con fabricantes de 48 países y hemos obtenido resultados muy positivos. Esta forma de trabajar nos permite responder a sus necesidades y desarrollar tecnologías de inoculación estratégicamente importantes para la producción, afirmó.

El costo de aplicación de inóculos por hectárea es de US$4, mientras que el de la urea, un fertilizante nitrogenado de producción industrial, ronda los US$150 a US$200 por hectárea. Fermín Mazzini, director de Rizobacter Inoculants Argentina, señaló: «Esto demuestra que el retorno de la inversión supera el 50 %. Además, gracias a la mejora del estado nutricional del cultivo, el rendimiento promedio puede incrementarse en más del 5 %».

Para satisfacer las necesidades de producción mencionadas anteriormente, la empresa ha desarrollado un inóculo resistente a la sequía y a las altas temperaturas, que puede garantizar la eficacia de los tratamientos de semillas en condiciones adversas y aumentar el rendimiento de los cultivos incluso en zonas con condiciones limitadas.图虫创意-样图-912739150989885627

La tecnología de inoculación, denominada inducción biológica, es la más innovadora de la empresa. La inducción biológica puede generar señales moleculares para activar los procesos metabólicos de bacterias y plantas, promover una nodulación más temprana y efectiva, maximizando así la capacidad de fijación de nitrógeno y promoviendo la absorción de los nutrientes que las leguminosas necesitan para prosperar.

“Aprovechamos al máximo nuestra capacidad innovadora para ofrecer a los agricultores productos de tratamiento más sostenibles. Hoy en día, la tecnología aplicada al campo debe ser capaz de satisfacer las expectativas de rendimiento de los agricultores, protegiendo al mismo tiempo la salud y el equilibrio del ecosistema agrícola”, concluyó Matías Gorski.

Origen:AgroPáginas.


Hora de publicación: 19 de noviembre de 2021